Para la campaña Dove convocó a un Gil Zamora, un artista forense del FBI, que durante casi 28 años de carrera hizo 3.000 retratos. El dibujante retrató a siete mujeres según las descripciones que hacían de sí mismas y luego con las descripciones que de ellas hacían otras personas. Zamora nunca vio a las mujeres, de las que estaba separado por una cortina. Los dos dibujos resultaron, en la mayoría de los casos, diametralmente opuestos. Las mujeres reflejadas a partir de la descripción ajena se veían más bellas, felices y precisas.
De acuerdo con investigaciones previas que realizó la marca de cosmética en varios países --incluida la Argentina-- sólo el 2% de las mujeres del mundo se sienten bellas. Cuatro de cada cinco adultas quisiera cambiar al menos su peso o su figura. Por estar disconformes con su cuerpo, una de cada tres mujeres evita ir a la playa o a la pileta. Este corto refleja estas estadísticas y muestra cuán errónea puede ser la opinión de las mujeres sobre su propia imagen y cómo se dan cuenta de que esta falta de autoestima perjudica otros aspectos de sus vidas.
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