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diciembre 19, 2008

La tranformación de la Tierra - por E. Carutti

Este es un extracto de un artículo IMPERDIBLE publicado por Eugenio Carutti durante el mes de diciembre. El mismo sólo tiene como fin que se "tienten" a leerlo completo en la página de Casa XI. Si los tenté... (insisto vale la pena!) hagan click aquí. Si quieren algo para leer sobre la misma temática, no tan largo pero igual de interesante, pueden leer este otro artículo.


La mayoría de nosotros percibimos que una gigantesca transformación se está produciendo en la vida de la Tierra; nos damos cuenta que está ocurriendo un cambio muy acelerado y que las categorías habituales que utilizamos para comprender la realidad no nos dan el resultado que esperamos; todo esto genera enormes expectativas y una gran incertidumbre se agita en todo nosotros. Vivimos tiempos de enorme turbulencia en los que la cantidad de estímulos que debemos aprender a procesar en simultáneo nos parece casi insoportable. (...)

La vida de la Tierra, la vida de Gea nuestro planeta es nuestra vida; la Tierra es una gigantesco océano de existencias; un inmenso oleaje viviente, del cual cada uno de nosotros expresa solo un instante, una chispa transitoria; esa inmensa vida se transforma a sí misma y evoluciona como una parte de la galaxia que nos contiene. Nosotros los humanos no somos las criaturas autónomas y separadas del resto del universo que creemos ser; somos criaturas de la tierra y la tierra es un ser de la galaxia. (...)

La vida de Gea y de todas sus criaturas se desarrolla en base a tres grandes pulsos interconectados: estos son, la evolución, los grandes ciclos planetarios y cósmicos que nos envuelven y el proceso de iniciación. (...)

Nosotros somos el producto de una larguísima evolución. Gracias a que la Tierra se cubre de vegetales, surge el reino animal. Este nuevo conjunto de formas vivientes ensaya durante millones de años infinitas formas y a través de innumerables ensayos va surgiendo el sistema nervioso de creciente complejidad; surgen células de una sensibilidad exquisita, con una capacidad de sintonía e interacción que aún no podemos comprender; y los organismos animados por esas células prodigiosas terminan cubriendo la Tierra. Los animales cubren el planeta y, en el momento que lo hacen, surge una nueva especie, de una complejidad tal que constituye un nuevo reino dentro del anterior. Algunos animales se convierten en animales mentales; aparece en la Tierra el animal mental. Eso somos nosotros. En el momento en que la evolución recubre la Tierra con el reino animal, por dentro de sus pliegues gracias a un increíble pulso creativo surge un nuevo reino; aparecemos nosotros en la Tierra. (...)

La larga historia humana que conocemos es sobre todo la historia de una exquisita y compleja sensibilidad que va aprendiendo progresivamente a calmar el intensísimo pulso animal sobre el cual está instalada. Esta enorme sensibilidad, a través de innumerables luchas y cruentas guerras, maravillosas obras y episodios de extrema crueldad desconocidos en los otros animales, ha aprendido y está aprendiendo a calmar sus pulsos corporales: a calmar los terrores, los impulsos terriblemente agresivos que hemos heredado evolutivamente, el ansía de dominio, etc... Nos vamos calmando y nos vamos asustando unos a otros, a través de esta primera fase de nuestra historia. Y en ese calmarse y asustarse se desarrolla una sensibilidad y una inteligencia que, poco a poco, va dando forma a la Tierra y, que poco a poco, va domesticando a ese predador que somos. (...)

¿Qué está sucediendo en este momento? Podemos ver que la extensión misma del animal mental por toda la Tierra está provocando la destrucción de los nidos en los cuales se formó. Todas las experiencias humanas aisladas que conocemos, están destinadas a chocar unas contra las otras: la Tierra es simplemente redonda y esto quiere decir que no podemos evitar el encuentro definitivo y la hibridación de todo aquello que nació y creció en el aislamiento. Cada tradición, cada cultura, cada civilización como expresión del aprendizaje unilateral del antiguo cerebro aislado, pretende ser única, especial y dominante. Pero los proyectos de este antiguo cerebro están destinados al fracaso. Todos los nidos y todas las tradiciones sin excepción están chocando entre sí y se ven obligadas a mezclarse y reconocerse igualmente humanas en el mismo nivel de las demás. Esto es muy perturbador, porque nuestra vieja inteligencia, toda nuestra organización emocional, nuestra sensibilidad, hasta nuestro cuerpo, están condicionados por el aislamiento y el miedo a lo diferente. (...)

La paradoja que estamos viviendo es que estamos dominados por una inteligencia muy antigua que creció en el aislamiento y que expresa una pobre o nula inteligencia vincular; no sabe cómo vincularse, se asusta y sólo sabe controlar y dominar o someterse; ese nivel de inteligencia nada sabe de vínculos reales y creativos. Y esta antigua conciencia, con sus creencias, sus modos de ser, con sus sensaciones y emociones ligadas a esta mente pequeña y aislada, hoy se encuentra atrapada en un conflicto que la supera, porque tiene que dar cuenta de una complejidad para la que no está preparada. (...)

Hasta muy poco tiempo que ha empezado a ceder dramáticamente la enorme presión que todo nido o tradición ejercía sobre la conciencia y la percepción de sus miembros; cada uno de nosotros tenía que pensar exactamente lo mismo que los compañeros de la tribu. Teníamos que querer lo mismo, pensar lo mismo, percibir lo mismo que el conjunto de humanos que nos rodeaban en una burbuja de percepciones homogéneas. Era imposible estar juntos con creencias muy diferentes, viendo la realidad de un modo completamente diferente. Las familias no toleraban esas diferencias internas que hoy nos parecen naturales pero que podemos ver que en la mayor parte del planeta aún son consideradas insoportables. Algo ha estallado. Una tremenda presión, un profundo control que se ejercía sobre nuestros cuerpos, emociones y mentes se ha soltado; han estallado millones de burbujas. Y ahora es posible sentarse juntos creyendo en cosas completamente distintas, viendo la realidad de una manera completamente distinta. Si eso estalló es porque estaba maduro para hacerlo. Esa malla, esa enorme tensión empequeñecedora de la sensibilidad humana, estalló. Pero es necesaria una readaptación nada fácil de realizar; por eso estamos en un estado de turbulencia tan grande, porque estamos aprendiendo a organizar ese estallido.


Ahora, observando todo esto, podemos decir que el animal mental ha triunfado. Se ha extendido por todo el planeta creando un asombroso mundo tecnológico que recubre la Tierra; la pregunta es: ¿alcanza con esto? Evidentemente no. Hace falta una sensibilidad diferente, una inteligencia vincular capaz de elaborar creativamente las diferencias particulares; la vieja mente controladora y manipuladora de formas no puede hacer eso porque es demasiado lenta y reactiva; solo una mente capaz de percibir espontáneamente relaciones y no identidades, de ver que somos intrínsecamente relación y que el aislamiento y la separación son ilusiones, puede afrontar la complejidad del presente. Es necesaria una inteligencia que nos permita ver espontáneamente, sin tener que pensarlo y discutirlo, que estamos profundamente ligados a los árboles, a los ríos, al océano y a los animales, que formamos parte del mismo tejido, de la misma inteligencia. Hace falta una inteligencia que permita sentir naturalmente, no a través de la idealización, la unidad de los seres humanos. Una cosa es tener el ideal de humanidad y otra muy distinta es sentir la humanidad. Una cosa es tener el ideal de una Tierra maravillosa, y otra es sentir realmente la vida de la Tierra.

El mismo proceso evolutivo, la lógica misma de la evolución nos obliga a reconocernos como miembros de la misma humanidad. Ignoramos por completo qué es una cultura verdaderamente humana. Hasta ahora sabemos qué es una cultura china, una cultura occidental, una hindú, una africana, pero todavía no sabemos que tipo de cultura generamos los humanos juntos; cuáles don las formas de vida, sensibilidades, símbolos y creencias que surgen de la totalidad de la humanidad. Eso todavía no ha sucedido. Evidentemente sucederá. ¿Con cuánto dolor, con cuánta destrucción y discordia previas?

Si lo observáramos solo desde el punto de vista de la evolución, estamos autorizados a creer que esto es imposible; que el salto que debemos dar no puede hacerse y que el Apocalipsis es inevitable; sabemos perfectamente que ésta sensación apocalíptica es muy fuerte en el inconsciente colectivo. Pero, si pensamos más complejamente e incluimos el patrón de iniciación en nuestra reflexión, tenemos que preguntarnos ¿podremos los humanos desarrollar una sensibilidad suficiente como para registrar espontáneamente nuestras relaciones intrínsecas y permitirnos experiencias plenamente humanas y no separativas? ¿podrá florecer en nosotros una sensibilidad suficiente como para sentirnos parte de la vida de la Tierra?

Quizás el humano no pueda hacerlo por sí mismo; pero esto es algo que está haciendo la Tierra a la cual pertenecemos. Esto que está sucediendo le está sucediendo en la Tierra, a Gea. Es Gea la que necesita desarrollar mayor sensibilidad, una nueva inteligencia. Y en este sentido, de acuerdo al proceso de iniciación, podemos estar seguros que la Tierra ya ha generado un tejido portador de una nueva sensibilidad, de una nueva inteligencia; y éste está listo para aparecer, o mejor dicho, ya está apareciendo, aunque no sea fácil distinguirlo para la mayoría. Porque era muy difícil darse cuenta durante el apogeo del reino animal, que un monito rodeado de fieras gigantescas fuera a hacer lo que hicimos nosotros; era prácticamente imposible verlo. Sin embargo, estaba ahí, el animal mental estaba en capullo y se manifestó. (...)

Puedo estar completamente equivocado, pero mi sensación es que el salto va a ser difícil. La transición no va a ser nada fácil; las generaciones de transición no serán nada sencillas. Pero, en lo profundo, el proceso ya está hecho, el salto evolutivo ya está dado; es sólo cuestión de que se despliegue enteramente. Y para que se manifieste es muy importante darse cuenta que tenemos que estar calmos, que el humano tiene que aprender a calmar sus excesos de excitación en un sentido muy profundo. De hecho, todas las tradiciones espirituales tuvieron como objetivo central calmar el sistema animal que nos constituye. Calmarnos para que puedan entrar en actividad partes del cerebro que son capaces de sintonizarse con algo que está mucho más allá de lo que nuestra mente dominante puede registrar, para vincularse con ello y hacerlo entrar en la Tierra para que esta pueda incluirlo en su evolución.

En todo este proceso es muy importante observar el miedo. La energía del miedo se reproduce a sí misma e impide que nos calmemos, genera una excitación continua que impide la serenidad que el cerebro necesita para evolucionar; el juego del miedo-deseo produce una cadena de acción y reacción que tarde o temprano desemboca en profundas crisis. Lo que se está destruyendo es un tipo de conciencia; pero no tiene por qué destruirse más que eso. Es un modo de conciencia, un modo de inteligencia, el que está alcanzando su techo y por eso tienen que derrumbarse creencias, ideas, sensaciones a las cuales estamos habituados, emociones a las que estamos muy apegados, formas y símbolos con los cuales estamos identificados. Pero es eso lo que se cae. No tiene por qué caerse nada más que eso. Pero si el miedo es excesivo, inevitablemente se va a caer mucho más que eso. Esta inteligencia, de la cual debemos saber desprendernos, ya hizo lo que tenía que hacer; desde las pequeñas tribus, a través de las distintas civilizaciones, nos trajo hasta aquí, hasta la primera humanidad, los primeros verdaderos humanos. Esa inteligencia es la que se está cayendo, la que está terminando, pero sólo eso. Si tenemos miedo, si estamos muy excitados, mientras se caen las creencias y mientras se caen las limitaciones de esta antigua mente, nos vamos a pelear entre nosotros destruyendo mucho más de lo necesario. (...)

Es el surgimiento de un nuevo reino. Esa es la verdadera dimensión y magnitud del cambio que vivimos. El surgimiento de una sensibilidad completamente diferente capaz de vincularse con aquello que nuestra mente no puede registrar.

diciembre 18, 2008

Belleza inadvertida o "arte sin marco"

*Un hombre se sentó en una estación del metro en Washington y comenzó a tocar el violín, en una fría mañana de enero. Durante los siguientes 45 minutos, interpretó seis obras de Bach. Durante el mismo tiempo, se calcula que pasaron por esa estación algo más de mil personas, casi todas camino a sus trabajos.

Transcurrieron tres minutos hasta que alguien se detuvo ante el músico. Un hombre de mediana edad alteró por un segundo su paso y advirtió que había una persona tocando música.

Un minuto más tarde, el violinista recibió su primera donación: una mujer arrojó un dólar en la lata y continuó su marcha.

Algunos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino.

Quien más atención prestó fue un niño de 3 años. Su madre tiraba del brazo, apurada, pero el niño se plantó ante el músico. Cuando su madre logró arrancarlo del lugar, el niño continuó volteando su cabeza para mirar al artista. Esto se repitió con otros niños. Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir la marcha.

En los tres cuartos de hora que el músico tocó, sólo siete personas se detuvieron y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino. El violinista recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar y se hizo silencio, nadie pareció advertirlo. No hubo aplausos, ni reconocimientos.

Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna vez, en un violín tasado en 3.5 millones de dólares. Dos días antes de su actuación en el metro, Bell colmó un teatro en Boston, con localidades que promediaban los 100 dólares.
Esta es una historia real. La actuación de Joshua Bell de incógnito en el metro fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de las personas.

La consigna era: en un ambiente banal y a una hora inconveniente, ¿percibimos la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?

Una de las conclusiones de esta experiencia, podría ser la siguiente: Si no tenemos un instante para detenernos a escuchar a uno de los mejores músicos interpretar la mejor música escrita, ¿qué otras cosas nos estaremos perdiendo?

*Esto es un resumen de la nota "Pearls before Breakfast" de Gene Weingarten, que fue publicada en el Washington Post en Abril 7, 2008. Para ver la nota entera y ver los videos, podés hacer click aquí.


pd: Gracias Javier! :)

Video - Bálsamo para el Alma

Bastante conocido, pero cada vez que me lo envían logra generar en mi esa sensación de calidez en el alma, que a veces en el ajetreo del día a día...se me olvida. Más allá de los consejos prácticos...vale la pena "usar protector solar" :)

(Si está la música de fondo y querés escuchar el video, ir a la columna izquierda del blog y debajo de -archivos del blog- poner pausa, luego darle play al video).


diciembre 09, 2008

Reflexiones a orillas del Reconquista II - Trabajo en la Comunidad

Hace ya ocho meses que pisé junto con una compañera de la Red, por primera vez el asentamiento de San Blas en San Miguel, con la sóla intención de colaborar llevando algunas cosas para donar que habíamos juntado en la Red. Esas impresiones tan fuertes que quedaron grabadas en mi retina y en mi alma (hacer click aquí para leer más), hoy claramente veo que fueron el motor que encendió dentro mío la necesidad en plasmar en algo mas concreto y sostenible en lo que se refiere al trabajo en y para la comunidad.

Desde Junio que nos organizamos para ir cada quince días grupos de mujeres de la Red para entrar en contacto con las mujeres del lugar y ver como podíamos colaborar en el entorno y con la excusa del merendero que se estaba construyendo. Así fue que primero jugando con los chicos a los cuales los adolescentes de la zona le dan apoyo escolar (punto que merece una mención aparte), preparando la merienda, yendo a caminar por el barrio charlando con las mujeres, cebando mate y compartiendo meriendas, llevando tejidos, hilando ideas de a poco las mujeres comenzaron a confiar y sentir que quizás podíamos hacer algo juntas.

Lo bueno es que no importa la "forma" que ese hacer va tomando, lo que importa es que hoy estamos sosteniendo, aportando ideas, generando vínculos, ayudando a limpiar males entendidos entre las personas que se ocupan del merendero (entre nosotras también claro está), para generar mas capacidad y eficiencia pero sobre todo mas conexión profunda con lo que implica que un grupo de personas se junten a "hacer algo".
Para mí eso implica abrir el corazón, confrontar dualidades, mostrarnos torpes, miedosos, corajudos, valientes, con ganas, con broncas, ambiguos y que todo eso no implique querer abandonar, querer dejar el barco por que el otro no opina o no cree lo mismo que yo. Siempre y cuando compartamos el propósito profundo de querer ayudarnos, estar mejor, y dejar un grano de arena para que este lugar y tiempo en el que vivimos, no sea sólo un lugar donde quejarnos sobre las cosas díficiles que nos ocurren y de lo peor que está todo. Si no, un tiempo y lugar donde la compasión y el amor pueden hacer una diferencia.

A continuación encontrarán unas fotos y textos (que tomé prestados del blog de Olga Weyne) sobre la Feria que participamos con las mujeres del Barrio de San Blas en San Miguel, donde "practicamos" una idea de un emprendimiento de tejidos.

Acá estamos con algunas de ellas, en un stand de tejidos caseros que presentamos juntas en la Feria de Barrios del domingo 7 de diciembre.
Estela, Lorena, yo, Mirna y Olga


¡A pleno sol...! Esperando que arranque la feria.

Estos son los adolescentes que van todos los fines de semana a ofrecer apoyo escolar, a los niños del barrio San Blas. Entre otros, Juan Manuel, Celeste, Mariano, Paula, Bahía y Daiana...Nos inspiran y dan fuerzas para seguir. Pocas veces vimos tanta dulzura y lucidez juntas. Son nuestros guías...

En la feria, presentaron productos artísticos generados enel espacio Retoños, del Barrio San Blas. Todo hecho por los pequeños, con laguía de estos maestros adolescentes.


ESTOS SON LOS CHICOS: EL OBJETIVO PRINCIPAL DE ESTE EMPRENDIMIENTO Murga integrada por chicos de escuelas primarias. Se prepararan durante todo el año, para ofrecer sus talentos en estas Ferias barriales.

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ASÍ VIO LA NACIÓN, ESTE PROYECTO DEL CUAL PARTICIPAMOS
(nuestra inserción es la que está subrayada en rojo)

LA AYUDA LLEGÓ AL BARRIO DE SAN BLAS (hacer click en el título para ir al diario)

Cynthia Palacios LA NACION - 8 de diciembre 2008, Información General

Pusieron en práctica hasta el extremo un verbo que tantos resultados les dio: unirse.Lo que parecía imposible se hizo real cuando unieron fuerzas, voluntades y potenciaron las ganas de salir adelante. Nada les resulta una empresa fácil. No figuran en los mapas y caminan calles sin nombre. Cualquiera diría que el olvido habita el Barrio San Blas, de Bella Vista.Pero se dieron cuenta que podían torcer el destino si empujaban juntos. Se conocieron peleándole al hambre de los chicos: un grupo de voluntarios, comandados por Juan Manuel Casolati, decidieron abrir el comedor Tamborcitos y, en 2005, crearon un merendero que se llama Retoños, dentro del barrio porque a los chicos se les hacía difícil atravesar las calles de barro. Es emotor inicial los llevó a transformar el barrio que hoy sueña con tener agua potable y luz.La nueva traza del río Reconquista dejó al barrio huérfano de partido. ¿San Miguel o Hurlingham? Pasaron años hasta que los funcionarios se decidieron a darles una mano.

San Blas está situado al fondo del barrio Obligado y su conexión con el mundo es un puente que estuvo a punto de derrumbarse. La municipalidad de San Miguel entubó una parte del río y recuperó el puente. Ese fue el primer paso para poder aspirar a más. Sin el puente, al barrio no llegaban las ambulancias, las autobombas, los patrulleros ni los camiones de recolección de residuos."El gran problema de acá es el agua", dice Juan Manuel. Trabaja en el poder judicial y sabe de injusticias. Será por eso que se comprometió tanto con ésta.

Con el asesoramiento de la Fundación Avina y de técnicos de la Universidad Nacional General Sarmiento, fueron buscando alternativas para el problema del agua. Juan Manuel fue reuniendo las partes como quien arma un rompecabezas: sumaron a la municipalidad, consiguieron el financiamiento de las empresas y la participación de los vecinos. "Queremos dar un salto grande en la infraestructura del barrio que mejore realmente la calidad de vida de los vecinos", explica Juan Manuel.

Así nació Comprometerse más, una asociación que se apoya en el diálogo y hace posible lo difícil. Juan Manuel parece haber encontrado la fórmula mágica: todos los actores se sientan a una misma mesa y cada uno aporta lo que puede. "La gente no puede esperar la decisión política de que el barrio figure en los planos de catastro ? dice serio-. Acá se necesita luz y agua cuanto antes."Mejoras :la secretaría de Obras y Servicios Públicos de San Miguel mejoró las calles, sacó los troncos y trata de erradicar los basurales a cielo abierto. "Como municipio queremos que los vecinos mejoren las condiciones en las que viven", afirma el secretario de Gobierno de San Miguel, Enrique Emiliani.Juan José Piano, presidente del banco que lleva su apellido, y la dueña de la pizzería Los Inmortales, María Laura Laura Di Ciancia, además de Guillermo Moche, de la empresa Cereals General); Oscar Kippes, de la maderera Fok; Horacio Mazzini y Guillermo Nothen, de Buses Potosi, son algunos de los que suman su ayuda.
Ya están avanzadas las tratativas para que Edenor coloque las líneas de media tensión que llevarán luz, y luego agua, al barrio. Es un círculo vicioso: sin seguridad, la empresa no coloca las columnas de alumbrado y sin calles no se puede facturar. Por eso los miembros de la asociación trabajan apurados para lograr el consenso de todos."Es cuestión de sumar voluntades y de que la gente entienda que sumarse nos conviene a todos", asegura Juan Manuel. El mira lo urgente sin descuidar lo importante: 35 de los 90 chicos que cada tarde asisten al comedor ya reciben una beca para seguir estudiando. Sábados y domingos reciben apoyo escolar con la ayuda de 15 voluntarios, que además organizan tareas de recreación para los chicos. Las mamás colaboran, se juntan a tejer y piensan alternativas para mejorar.
Hoy están colgados de la luz y pagan 20 pesos por una manguerita que les lleva a las casas un hilo de agua. "Queremos pagar lo que corresponde pero tener agua y luz", dice Teodolina Silva, la vecina que prestó su casa para los primeros tiempos de Retoños.

En San Blas viven 250 familias en la pobreza. Hay quienes sobreviven en condiciones increíbles para este siglo. Bernardino Alvarez tiene 53 años pero un cuerpo de muchos más. Vive con su mujer del otro lado de un puente de madera que ni un aventurero cruzaría confiado. En el terraplén donde vive rezan para siempre brille el sol: si llueve sabe que tiene que esperar un día y medio, como mínimo, para pasar hacia el barrio San Blas."A las 30 familias del terraplén nos llega un solo cable. Mi casa se quemó y como no había camino para que entren los bomberos, perdimos todo." Y después de una pausa, Bernardino levanta la voz: "Todo".

El mail de Juan Manuel es jmcasolati1@hotmail.com; él sigue firme en la tarea de comprometer a más y más gente.