Algunas definiciones de Paradoja enuncian: Contradicción, al menos aparente, entre dos cosas o ideas¹. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción².
A estas definiciones le agregaría que no sólo las contradicciones pueden ser de cosas, ideas, frases si no también, o especialmente y específicamente afectivas o emocionales. Las complejidades afectivas, creo que dan cuenta de la cantidad de matices de los sentimientos que nos permitimos experimentar y explorar. Para nombrar sólo algunas de ellas:
A estas definiciones le agregaría que no sólo las contradicciones pueden ser de cosas, ideas, frases si no también, o especialmente y específicamente afectivas o emocionales. Las complejidades afectivas, creo que dan cuenta de la cantidad de matices de los sentimientos que nos permitimos experimentar y explorar. Para nombrar sólo algunas de ellas:
Sabernos buscadores y al mismo tiempo saber que en el momento presente termina la búsqueda.
Comprender con contundencia la finitud de nuestro ser y tener la potencia de celebrar la vida.
Anhelar la fusión y anhelar la individuación.
Ser fuerte y ser vulnerable.
Disfrutar la soledad y disfrutar del encuentro.
Ser independiente y elegir necesitar a otro.
Ser pragmático e idealista.
Y los eternos Día y Noche, Masculino y Femenino, Mente y Cuerpo, Vida y Muerte.
Anhelar la fusión y anhelar la individuación.
Ser fuerte y ser vulnerable.
Disfrutar la soledad y disfrutar del encuentro.
Ser independiente y elegir necesitar a otro.
Ser pragmático e idealista.
Y los eternos Día y Noche, Masculino y Femenino, Mente y Cuerpo, Vida y Muerte.
El hecho que en un mismo Ser convivan algunas de estas paradojas pareciera ser un ticket non-stop a la escisión y seguramente al conflicto y desasosiego. Entonces, ¿por qué alguien vive o elegiría vivir en la paradoja? ¿Qué extraño deseo o impulso es lo que lleva a nuestro ser a estar constantemente en tensión, sintiéndonos diferentes, cuestionadores, complejos, rebuscados, entre otras rarezas? ¿Por qué alguna parte de nuestro ser vibra en la navegación entre orillas opuestas, mientras imagina un puente que las una o disfruta de una pausa en un lado y luego en el lado de enfrente?
No pretendo poder responder estas preguntas, pero sí reflexionar sobre el agotamiento que produce intentar encajar en el énfasis dualístico de nuestra cultura. Creo que muchos sabemos lo que es sentir que no encajamos, que vamos a contramano o que nuestros deseos son demasiado “algo” (exigentes, idealistas, rebuscados,…cada uno puede completar los puntos suspensivos). Sentirnos inconformistas afectivos puede ser a la vez un castigo y un tesoro.
Mi deseo es que llegue el momento en el que, inevitablemente, el agobio que produce sostener separadamente las veredas opuestas, haga colapsar las fuerzas divisorias y habilite a crear puentes, integrar y construir nuevas conexiones en nuestro cerebro, en nuestros corazones y en el afuera…para poder descubrir el tesoro.
Quizás aceptarnos y tolerarnos ambiguos, sin buscar resoluciones en blanco y negro y asumirnos “sincréticos afectivos”³, sea el primer paso para que navegar en las aguas de la paradoja pase a ser placenteramente complejo, profundo e intenso.
Notas:
1. WordReference Diccionario de lengua española www.wordreference.com
2. Diccionario de la Real Academia Española www.rae.es
3. Concepto mencionado por Susana Balán en Dos para el Tango. Editorial Del Nuevo Extremo, Buenos Aires 2004.
Para seguir leyendo: una recopilación interesante (en inglés) sobre las paradojas y la creatividad
No hay comentarios:
Publicar un comentario